¿Qué es un Circuito Motor?
Los CIRCUITOS MOTORES son recorridos planificados de movimientos que inciden en los procesos madurativos neurológicos del niño.
¿Y si lo decimos con poesía?
En el escenario del desarrollo infantil, cada movimiento es un paso hacia la madurez neurológica. Imaginemos un espacio contemporáneo donde las educadoras guían a los niños a través de una serie de movimientos diseñados con precisión:
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Arrastrarse es explorar el mundo desde una perspectiva única, sintiendo el suelo y fortaleciendo músculos esenciales.
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Gatear se convierte en una aventura, donde cada avance es un descubrimiento y cada retroceso, una nueva oportunidad de intentarlo.
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Caminar es el gran hito, un desafío que combina equilibrio y coordinación, abriendo un universo de posibilidades.
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Colgarse es probar los límites, sentir la gravedad y jugar con ella, aprendiendo a confiar en la propia fuerza.
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Correr es la expresión de la libertad, el viento en la cara, la emoción de la velocidad y la alegría del movimiento.
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Balancearse es como danzar con el aire, un vaivén que enseña sobre ritmo y control.
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Saltar es alcanzar las estrellas, un acto de fe y valentía que impulsa a los niños a superar sus miedos.
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Rodar es una vuelta al mundo en segundos, una forma divertida de entender la física y el propio cuerpo.
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Girar es crear remolinos de risas, una pirueta que desafía el sentido de la orientación.
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Voltear es cambiar la perspectiva, ver el mundo al revés y aprender que hay muchas maneras de mirar las cosas.
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Lanzar es proyectar sueños, cada lanzamiento es un objetivo que se traza en el aire.
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Botar es dialogar con la pelota, entender que cada acción tiene una reacción.
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Recibir es abrir los brazos a nuevas experiencias, estar listo para lo que viene.
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Equilibrarse es encontrar el centro en medio del caos, una habilidad vital para la vida.
Estos movimientos no son solo ejercicios; son lecciones de vida que preparan a los niños para enfrentar un mundo en constante cambio, con confianza y alegría.